28.11.05

Los cuatro de Guildford

El otro día vi En el nombre del padre y me impresionó. Esta vez no voy a hablar de la película, sino de la historia, que es, desgraciadamente, (casi diría macabramente), real.

Poneos en situación. Sois Gerry Conlon, nacido en Irlanda del Norte; de carácter rebelde y origen humilde. El país está sumido en un pequeño cáos por el conflicto entre el IRA y el gobierno británico. Las calles de Belfast están tomadas por el ejército de Su Majestad, y en toda Gran Bretaña se suceden los atentados y los tiroteos.

Debo decir (perdonadme el paréntesis) que el IRA tenía un gran apoyo en Irlanda del Norte. La gran mayoría de la población se sentía (y probablemente, estaba) oprimida, y quería la independencia. Respaldaban sus actividades, se manifestaban masivamente a su favor, y cuando alguien del IRA estaba en peligro le ayudaban en masa. Basta ver el impresionante inicio de la película: Gerry Conlon es tomado erróneamente por un francotirador y perseguido por el ejército. Inmediatamente, la gente empieza a salir de sus casas y correr en todas direcciones, hacer ruido, gritar, golpear el suelo con cacharos y lanzar cócteles Molotov a los militares; les abren sus casas para que se escondan, y arriesgan sus vidas para protegerlos.

Explico esto porque se tiende a equiparar a ETA con el IRA, y no tiene nada que ver. ETA es un grupo terrorista con escaso respaldo por parte de la población vasca, que no está en absoluto oprimida, ni ha sido invadida por España, como lo fue Irlanda del Norte por Inglaterra. El IRA se consideraba un ejército en situación de guerra, con un respaldo popular mayoritario y motivos tangibles para luchar. Me opongo frontalmente a todo tipo de la violencia, y los salvajes asesinatos que realizó el IRA durante décadas me parecen actos de barbarie, pero me parece interesante comentar este dato.

Pero sigamos con la historia. Sois Gerry Conlon. Dada la insostenible situación en Belfast, decidís iros a Inglaterra a probar fortuna. Allí llegáis prácticamente con lo puesto. Vais a una casa okupa donde os han invitado, y os dedicáis al hurto para salir adelante. Sois lo que se dice ladrones de poca monta.

Hasta que os detienen. Se os acusa de ser los autores de un atentado terrorista en un pub de Guildford, en el que murieron 5 personas y otras 60 resultaron heridas. Además, esto coincide con el establecimiento de una nueva ley por la que os pueden retener durante 7 días sin prueba alguna en vuestra contra.

Les decís que sois inocentes, que no tenéis nada que ver con el IRA, que sólo sois un puñado de ladronzuelos y drogadictos que no matarían ni a una mosca. Pero no os creen. Os torturan. Os someten a una presión increíble durante siete días con sus siete noches, amenazan con matar a vuestro padre. Al final, cedéis a la presión y firmáis una confesión de algo que no habéis hecho. Todos lo hacen. Os enteráis con estupor de que vuestro padre también ha sido detenido. Ha venido en vuestra busca, para ayudaros y contratar un abogado, y le han acusado de ser un transporte de explosivos. A vuestra tía, en cuya casa se alojó, y prototipo de inglesa, que reniega de sus orígenes irlandeses, también. Otras cinco personas inocentes, entre ellas vuestros hermanos, son acusadas de cómplices.

Llegáis al juicio. Esperáis un poco de justicia y de sentido común. Sois inocentes, no pueden tener ninguna prueba en vuestra contra. Más que esas confesiones. Les decís que las firmasteis bajo tortura, pero no os creen. A sus ojos, sois unos asesinos desalmados que dirían cualquier cosa con tal de salvar el pellejo. Y cómo va la policía a torturar a alguien, ¡por favor!

Os condenan a cadena perpetua. El juez dice que le sorprende que no se os ejecute por alta traición. Vuestro padre y vuestra tía son condenados a 14 años. Empezáis a pensar que hay algo que no funciona en el sistema legal...

Así que llegáis a la cárcel, que promete ser vuestra feliz morada por el resto de vuestra vida. Sección de asesinos y violadores. Os reciben como a terroristas, es decir, sin muchas palmaditas en la espalda, lo que hace que os tengan que aislar del resto. Al menos, vuestro padre está con vosotros.

Él es un hombre humilde, débil, con tendencia a enfermar. No está hecho para vivir en una cárcel. Su salud empeora cada vez más...

Dos años más tarde, en 1977, detienen a varios miembros del IRA. Estos dicen en su juicio que la policía ha encarcelado a hombres inocentes por el atentado de Guildford. El IRA no entrega a los verdaderos responsables, pero deja claro que vosotros no sois los autores. La policía lo desoye, pero el pueblo irlandés, no. Pasáis a ser llamados Los cuatro de Guildford, (Guildford four), y por todo el país hay manifestaciones reclamando un juicio justo para vosotros. Las autoridades no parecen tener intención de hacerlo.

Vuestra madre ha contratado una abogado para que presente una apelación. Para vuestro padre se hace demasiado tarde: muere en la cárcel. Pero para vosotros aún no lo es...

El primer intento no tiene éxito. A pesar de ello, el Ministerio de Interior (Home Office) elabora un informe diciendo que es improbable que seáis terroristas, pero que eso no es suficiente para poneros en libertad.

Hasta que en 1989 vuestra suerte cambia. Un detective encuentra una serie de documentos con las notas de vuestros interrogatorios. Estos demuestran que se amañó vuestra declaración de arriba abajo, si no se inventó completamente. Prueban que la policía inventó o manipuló vuestros testimonios para inculparos. Aun así, esto causa malestar en las altas esferas, que tratan de evitar que se os dé un juicio justo. Esto es un marrón de cuidado, que deja con el culo al aire todo el sistema judicial británico.

Pero la justicia triunfa... os ponen en libertad tras 15 años en prisión por un crimen que no cometisteis. Vuestros hermanos y vuestra tía ya han cumplido íntegras sus penas. En 1993 una película, En el nombre del padre, (nominada al Oscar y al Bafta), le cuenta al mundo vuestra historia. En Febrero del 2005, Tony Blair se disculpa públicamente por lo sucedido. El gobierno da a Irlanda del Norte una compensación económica de entre 400.000 y 500.000 libras. Pero ¿quién cojones os devuelve a vuestro padre, y esos 15 putos años? ¿Quién de los que os condenaron os mira a los ojos y os pide disculpas por no haberos creído? aunque sólo sea para decirle “hijo de puta, he estado 15 putos años diciéndote la verdad mientras tú me llamabas mentiroso”. Y quién os mira a los ojos y os pide disculpas por inculparos a sabiendas, para que podáis contestarle “bastardo cabrón, tú sabías que yo era inocente y me usaste de cabeza de turco. Lo amañaste todo para poder meter a alguien en la cárcel que cargara con el muerto y salvar tu jodido culo. Espero que seas incapaz de pegar ojo por las noches”.

Muy fuerte la historia. Demuestra lo cruel que puede ser la humanidad (sin excluir a los verdaderos terroristas del IRA, por supuesto), y lo hijos de puta que pueden llegar a ser algunos. También demuestra, una vez más, que el sistema judicial no ofrece ninguna garantía, y me hace preguntarme la cantidad de inocentes que habrá entre rejas que no hayan tenido la suerte de que se les aparezca un ángel que demuestre su inocencia. Y finalmente, demuestra que la pena de muerte es el mayor error imaginable. El juez quería ejecutar a los cuatro de Guildford. ¿Qué pasaría si lo hubieran hecho?

Impresionante historia y gran película que la relata. Recomendadísima.


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